Desde nuestra experiencia y adaptándonos a las exigencias actuales de la normativa vigente, os queremos recomendar unas medidas básicas para conseguir mejorar la eficiencia energética de las comunidades de propietarios.
Tanto para los propietarios de viviendas como para los administradores que estén interesados en mejorar la eficiencia energética de las comunidades, las claves serían las siguientes:
- Encargar una auditoría energética
El primer paso para conocer cómo derrochan energía los edificios residenciales, un gasto que ya representa una tercera parte de las emisiones de CO2, es saber sobre qué elementos es necesario actuar. Por eso, consideramos prioritario intervenir desde la fase inicial de una rehabilitación energética del inmueble y no desde un solo elemento (cubierta, fachada, sustitución de calderas, ventanas…).
En esta auditoría se procede a analizar la demanda y el gasto energético real de servicios comunitarios como el ascensor, la calefacción o la iluminación, con los que la comunidad podría ahorrar hasta un 20% del consumo energético anual. La auditoría energética no sólo posibilitaría la recogida de datos sobre el consumo del edificio, sino también los hábitos de consumo energético de los propietarios y/o inquilinos, tales como el horario de funcionamiento de calefacción e iluminación y la recopilación de la facturación energética completa.
- Contratar a un gestor energético
Una vez recopilados los datos y consumos energéticos de la comunidad, es necesario descifrarlos y establecer pautas de actuación. Para reducir la huella ecológica del edificio es vital la presencia de la figura del gestor energético, muy común en empresas pero no en comunidades de propietarios.
Entre las actuaciones que más ahorro energético suponen para un edificio se encuentra el aislamiento térmico de la fachada (hasta un 15% de ahorro), el uso de calderas de alto rendimiento (las de biomasa permiten un ahorro de hasta el 50%) y cambios en la iluminación con detectores de presencia y luces LED en garajes y zonas comunes (ahorro de cerca del 50%).
- Realizar un certificado energético único del edificio
Sólo con este certificado se puede conocer el estado general del inmueble, en relación al consumo energético y ponerle una calificación, una nota, para establecernos unos objetivos. En caso de que fuera necesario para una vivienda o local, que se vende o alquila, os recomendamos aprovechar el momento para que la comunidad de propietarios encargue un certificado único del inmueble.
- Aprovechar la línea de ayudas establecida por el Gobierno
Como os comentábamos en el blog la semana pasada, hasta el 20 de octubre de 2015 o hasta agotar el presupuesto disponible (125 millones de euros), las comunidades capaces de mejorar la calificación energética total del edificio en al menos una letra, según la escala de emisiones de dióxido de carbono, pueden beneficiarse del Programa PAREER (Programa de Ayudas para la Rehabilitación Energética) gestionado por el Instituto para la Diversificación y Ahorro de la Energía (IDAE).