El nivel de confort de tu casa depende en gran medida del buen aislamiento térmico con el que cuente. Si ves que suele calentarse demasiado en verano y enfriarse rápidamente en invierno tienes que considerar la posibilidad de mejorar las calidades del aislamiento térmico de tu vivienda, lo que te permitirá hacerla más confortable, dejar de derrochar energía y ahorrar en las facturas de energía.
Según el Instituto para la Diversificación y Ahorro de Energía (IDAE), más de la mitad de los edificios de nuestro país están construidos sin el aislamiento térmico adecuado, que como hemos dicho repercute negativamente tanto en el nivel de confort, como en el bolsillo de los propietarios.
Las obras de reforma y rehabilitación para mejorar el aislamiento térmico pueden realizarse sobre la vivienda o ir más allá y hacerlo sobre la fachada o la envolvente de todo el edificio.
Estas reformas tienen un coste, pero no deben verse como un gasto, sino como una inversión que genera importantes beneficios:
– Reduce la pobreza energética
El concepto de “pobreza energética” se refiere a un hogar que no puede pagar los servicios adecuados de energía con el 10% de sus ingresos. De acuerdo con un informe de la Asociación de Ciencias Ambientales (ACA), la pobreza energética afecta a cuatro millones de ciudadanos en España. La implementación de aislamiento térmico en estos edifcios es una de las medidas que contribuiría a reducir este problema.
Sin embargo, las personas que lo sufren son las que menos ingresos tienen y no pueden permitirse la inversión necesaria, por lo que habría que impulsar programas de rehabilitación energética que priorizarán estos hogares.
– Ahorra dinero
Siete de cada diez euros pagados en energía en el hogar se destinan a calefacción y refrigeración. La mayor parte se pierde porque mucha energía se escapa por defectos en la vivienda o ausencia de aislamiento.
– Combate la contaminación
La Unión Europea (UE) estima que la edificación supone el 40% del consumo energético de sus Estados miembros. Una energía que genera dióxido de carbono (C02), por lo que la rehabilitación energética profunda evitaría la emisión de toneladas de CO2.
– Mejora la calidad de vida, el confort:
Un buen aislamiento térmico, junto con un buen sistema de calefacción o refrigeración que mantenga la temperatura estable y adecuada durante todo el año mejoran la calidad de vida de los habitantes de un hogar.
– Revalorización de la vivienda
Tras una buena rehabilitación, una vivienda habrá elevado su eficiencia energética. Por lo tanto, su propietario podrá actualizar el certificado energético (CEEE) de la misma. Un edificio con una buena clasificación se vuelve más competitivo en el mercado de compraventa o alquiler.
– Crea empleo
No hay que explicar mucho sobre esto, para rehabilitar los millones de viviendas con pobreza energética en España se necesita personal cualificado, por lo que se generarían muchos puestos de trabajo.
Cualquier ocasión puede ser buena, una reforma de la comunidad de propietarios para mejorar la impermeabilización de la azotea, o reparar las grietas o desconchones de la fachada debería incorporar soluciones de aislamiento térmico. Existen varias opciones de aislamiento, como la inyección en muros que tengan cámara de aire o mediante la implantación de un sistema por el exterior tipo SATE, con acabado en monocapa o similar.
Una rehabilitación térmica media se puede amortizar en un plazo de cinco a siete años.
Recuerda, una vivienda bien aislada suele ser un entorno más confortable, con mejor calificación energética, donde tambin se reducen los ruidos exteriores, las humedades y se mejora la propia estética del edificio.
Si estas pensando en una rehabilitación de este tipo, no dudes en contactar con nosotros.