Si ya ha llegado el momento de reformar la vivienda antigua que has adquirido, después de los consejos que te dimos para decidirte y para negociar el precio, hoy te vamos a dar una serie de pautas para afrontarla sin sorpresas.
La reforma de viviendas es algo que a nosotros nos fascina y motiva, puedes verlo aquí o aquí, además a día de hoy está de moda y son muchos los que han optado por esta opción frente a la una vivienda nueva. Pero… ¿sabes realmente lo que supone? Es maravilloso heredar o comprar una casa antigua y transformarla a nuestro gusto, siempre tendrá más carácter que cualquier otra, pero tenemos que estar preparados para encontrarnos sorpresas que, hasta que no empezamos la obra, son imposibles de prevenir. Para intentar ajustar el presupuesto al máximo, os damos los siguientes consejos:
- Estructura:
Si el edificio es muy antiguo, un técnico debe valorar el estado de la misma, dentro de lo posible, para ver si hay que reforzar partes como el forjado, para que nos oriente sobre que muros podríamos tirar y cuales no… y que tratamiento debemos darle a estos elementos estructurales si deseamos dejarlos vistos, algo que esta muy de moda.
Ladrillo visto
- Aislamiento térmico y acústico:
Siendo algo que a simplemente no veremos cuando tengamos la obra terminada, es básico dejarlo a punto y muchas veces la partida de más coste de la obra. Para que una vivienda sea habitable y más confortable, necesitamos tener una mínima calidad frente al frío/calor y al ruido. Por lo tanto el momento ideal para evitar los molestos ruidos de los vecinos o de la calle, es el de la reforma, hacer estas mejoras a posteriori será más caro y más incomodo. También es el momento de invertir en aislamiento térmico para ahorrar a largo plazo.
Ejemplo de perdida de energía
- Instalaciones:
La mayoría de casas antiguas tienen el sistema eléctrico y las tuberías de agua y gas obsoletas, por lo que tendremos que adecuarlas. Una buena solución es incluir los sistemas de ahorro energético. Cuanto más ecológica hagamos nuestra vivienda más lo notaremos en el gasto por consumo a largo plazo y más protegeremos en el medio ambiente.
Instalaciones obsoletas
En definitiva, una vivienda antigua reformada es una opción con resultados encantadores y sofisticados, con recuerdos y personalidad únicos, pero previamente debemos dejarnos asesorar por un profesional que nos haga un análisis de las necesidades y de su coste, para conocerlo y estar preparados. Esto no implica que vaya a ser más caro que una vivienda de nueva construcción.
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