Comprar una vivienda no es fácil, y aun así es una de las mayores inversiones de la mayoría de los ciudadanos, por lo que es muy recomendable sopesar bien en que tipo de vivienda hacemos la inversión. En este post os ofrecemos 9 claves para facilitar la toma de decisiones entre una vivienda nueva o para reformar, y en las próximas semanas os daremos claves para negociar el precio y afrontar las reformas, si fuesen necesarias.
- La situación del inmueble: Es quizás el factor que más determina su precio y el estilo de vida del futuro comprador. Las viviendas de obra nueva suelen estar situadas en la periferia y pueden contar con zonas comunes (áreas deportivas, jardines, parque infantil, etc.). Las viviendas de segunda mano suelen encontrarse tanto en el centro de las ciudades como en zonas más alejadas, pero normalmente en zonas consolidadas que cuentan con todo tipo de servicios y transporte público.
- El precio de la vivienda: Encontrar una casa nueva que guste y a un precio asumible, no es sencillo, como tampoco lo es que el banco conceda un crédito hipotecario, por eso muchas personas valoran alternativas como comprar pisos de segunda mano, ya que el coste medio del metro cuadrado es más bajo. La vivienda de obra nueva puedes estrenarla, mientras que la vivienda de segunda mano puede estar seminueva o necesitar un presupuesto adicional para reformas y permisos, con la gran ventaja de que esta se puede adaptar al gusto y necesidades del comprador, pudiéndose incluso planificar la reforma en diferentes periodos.
- Tamaño: Al tener los pisos de segunda mano un precio del metro cuadrado más barato, se pueden adquirir viviendas más grandes con el mismo presupuesto y en la misma zona. Por otra lado, en la obra nueva se pueden encontrar distribuciones y usos más atractivos, como habitaciones tipo suite con baño incorporado o armarios empotrados, que en una de segunda mano podremos conseguir fácilmente con una pequeña reforma.
- Visualizar las posibilidades: Una vivienda de obra nueva la podremos ver terminada antes de comprarla o ver un piso piloto si compramos sobre plano, pero en una vivienda para reformar, el pasar de la idea al hecho no es tan fácil. No todo el mundo es capaz de visualizar las posibilidades de cómo va a quedar una casa después de una reforma. Por eso, antes de cerrar una operación de compraventa de un piso para reformar, es conveniente buscar asesoramiento profesional para conocer las posibilidades reales de la vivienda (nueva distribución, diseño interior, etc.).
- Sostenibilidad: Si elegimos una vivienda de obra nueva nos tendremos que adaptar a los materiales que ya se hayan elegido, pero si elegimos una vivienda para reformar, podremos optar por introducir durante las obras criterios de sostenibilidad en materiales e instalaciones que ayuden a ahorrar agua, electricidad o calefacción, e incluso materiales más ecológicos o reciclados, por lo que la casa será más amable con el medio ambiente pero también más económica. Al fin y al cabo rehabilitar es reciclar.
- ¿Cuándo puedo entrar a vivir?: A no ser de que compres sobre plano, en las viviendas de obra nueva puedes entrar a vivir desde el primer día. En cambio, en las viviendas de segunda mano puedes tener que necesitar tiempo para planificar la reforma y ejecutarla a tu gusto.
- Subvenciones: En muchos casos, las reformas de viviendas o edificios cuentan con ayudas y subvenciones de la Administración. Consulta las ayudas existentes y tenlas en cuenta.
- Impuestos: En España, los inmuebles de obra nueva están sujetos a un 10% del Impuesto del Valor Añadido (IVA), mientras que los de segunda mano soportan el Impuesto de Transmisiones Patrimoniales (ITP), cuyo tipo abarca desde el 6% hasta el 8% dependiendo de la comunidad autónoma y la cuantía de la vivienda, además de los Actos Jurídicos Documentados (AJD). En el caso del IVA, este también varía en función de la tipología de la vivienda: La vivienda libre soporta un 10% del importe escriturado. Las viviendas de protección oficial de régimen especial y viviendas de protección oficial de promoción pública soportan un valor inferior.
- Gastos anuales de la vivienda: El Impuesto de Bienes e Inmuebles (IBI) es un gasto común para los dos tipos de vivienda. Los gastos de comunidad de las viviendas de obra nueva pueden ser más elevados por contar con más servicios comunes al estar situadas en urbanizaciones con garaje, piscina, jardines e instalaciones deportivas. También existe la posibilidad de encontrar viviendas de segunda mano con calefacción central, que tienen un coste mensual de gastos de comunidad superior, pero que abaratan el servicio. Además nos podemos encontrar con derramas inesperadas en ambos casos.
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